En apenas unas horas se publican los resultados de los test de estrés, unas pruebas por las que pasa la banca europea, que se somete a escenarios macroeconómicos de lo más adverso. Se trata de comprobar si en el hipotético caso de tener que asumir pérdidas, su nivel de solvencia aprobaría el examen (el 5 equivale aquí a un nivel mínimo del 5%). Sabremos pues quién pasa la prueba y quién no, y los que suspendan tendrán que presentar un plan de capitalización para llegar a la nota de corte.
En este artículo publicado hoy en Cinco Días ofrezco algunas pistas sobre cuál puede ser el resultado de las pruebas.
Por cierto que la propuesta nº46 del Informe Ivie-Fundación BBVA para normalizar la contribución del sector bancario al crecimiento es incrementar la transparencia informativa. Así, el documento recomienda abordar con decisión las necesidades de recapitalización de las entidades con problemas y, en general, incrementar la transparencia para evitar que las debilidades de algunas contaminen la imagen del resto.
Deja una respuesta