La publicación hace escasos días del Informe de Estabilidad Financiera del FMI ha vuelto a saltar las alarmas acerca de la necesidad de una nueva ronda de capitalización en la banca europea, en esta ocasión con motivo de su elevada exposición a la deuda pública de los países con primas de riesgos más elevadas. Dado que el revuelo creado ha eclipsado otro informe no menos importante del FMI, conviene no pasar por alto este otro interesante documento que estima el coste público de la recapitalización bancaria como consecuencia de la crisis que comenzó en verano de 2007.
La verdad es que quien dio la voz de alerta fue el Financial Times, quien unos días antes filtró una cifra de necesidad de capital de 200.000 millones de euros, que luego ha sido confirmada por el FMI, si bien con una interpretación bien distinta. Así, como comento en esta columna en Cinco Días, la estimación que ha publicado el FMI hay que interpretarla con rigor, ya que no es una estimación de necesidades de capital sino del aumento en el riesgo de crédito de la banca europea como consecuencia de la caída en el valor de la deuda. En concreto, el aumento en los CDS o en las primas de riesgos de la deuda de Grecia, Portugal, Irlanda, Bélgica, Italia y España que ha tenido lugar desde finales de 2009 supone un aumento en el riesgo de crédito de 202.000 millones de euros, cifra que se eleva hasta 300.000 millones si consideramos, además de la deuda pública de esos países, la deuda bancaria.
La polémica en torno a las supuestas necesidades de capital de la banca europea continuó con la desafortunada, y en mi opinión irresponsable, declaración del Comisario Europeo de Mercado Interior, el señor Michael Barnier, que afirmó que algunos bancos necesitan ayudas públicas y, en concreto, los que aprobaron por escaso margen los test de estrés del pasado mes de julio. Lo sorprendente es que de las 16 entidades cuyo nivel de solvencia se situaba entre el 5% y el 6% en el escenario adverso (la nota de corte para aprobar era un 5%), no haya ningún banco francés siendo que la banca francesa es con diferencia la que más deuda griega tiene en sus balances.
¿Cuál ha sido hasta ahora el coste de la recapitalización pública de la banca?
El informe Fiscal Monitor del FMI ofrece información sobre el importe de la inyección pública de capital que hasta la fecha han realizado los Estados para hacer frente al coste de la crisis. En concreto, el recuadro 7 del informe cuantifica el coste público de la crisis bancaria hasta junio de 2011 para ocho economías desarrolladas (Bélgica, Irlanda, Alemania, Grecia, Holanda, España, Reino Unido y Estados Unidos), ofreciendo el importe de la inyección pública de capital como porcentaje del PIB. Como recoge el gráfico siguiente, Irlanda es con diferencia el país que ha necesitado más ayuda pública para reflotar su quebrado sector bancario, dado que el gobierno irlandés cometió el error de asegurar la totalidad de la deuda bancaria. Así, la inyección pública de capital asciende al 40,6% del PIB, si bien se reduce ligeramente (38%) tras descontar las recuperaciones.
La banca alemana también ha sufrido en sus arcas públicas el impacto de la crisis, con una inyección de capital público equivalente al 12,4% de su PIB. Le sigue en importancia el Reino Unido (5,7%), Grecia (5,4%), Bélgica (5,4%) y Holanda (5,1%). En el ranking que recoge el gráfico, España es el país que hasta la fecha ha necesitado de menores ayudas públicas en forma de capital, con un importe en términos netos del 2,1% del PIB, muy alejada del valor promedio del 6,8% para los países que aparecen en el gráfico. En esta cifra están incluidas las ayudas del FROB.1 (10.066 millones de euros), las del FROB.2 (el FMI no especifica la cifra que ha utilizado, máxime teniendo en cuenta que sigue siendo una incógnita la cifra total de capital que tendrá que inyectar el FROB), así como los 2.800 millones que de momento ha costado el rescate de la CAM.
El FMI cuantifica en 1,722 billones de dólares (unos 1,3 billones de euros) el apoyo público en forma de capital a los bancos de estas ocho economías, si bien la factura se reduce un 35% (hasta 0,9 billones de euros) como consecuencia de las recuperaciones que han tenido lugar. Si a los porcentajes que ofrece el FMI les aplicamos el valor del PIB que proporciona Eurostat a fecha de diciembre 2010, en términos netos Alemania lleva gastados 310.000 millones de euros, una cifra muy cercana a los 340.000 millones de euros de EEUU, seguida en importancia por el Reino Unido (97.000 millones de euros) e Irlanda (58.000 millones de euros). En España, la estimación del FMI es de 22.000 millones de euros.
La gran pregunta es, además de los casi 600.000 millones de euros de capital (aportaciones netas) hasta ahora inyectados por los países euros con cargo a fondos públicos, ¿cuál será el coste de la nueva recapitalización del sector bancario europeo para asumir las pérdidas de la crisis de la deuda soberana? Mucho me temo que en esta ocasión será necesaria la actuación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera dada la ola de austeridad fiscal que recorre Europa.
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