No hay dos sin tres. El viernes que viene sale la última EPA antes del 20-N. ¿Qué nuevos sinsabores nos deparará? Tras tantos trimestres de malos datos se ha convertido en algo así como un lobo feroz y su nombre, EPA, suena a virus mortal, el virus EPA. Lo que sabemos no nos permite ser demasiado optimistas.
Los últimos datos de paro registrado ofrecidos hace casi un mes fueron un completo desastre, con uno de los mayores incrementos jamás vistos durante un mes de septiembre, perfectamente comparables con los peores momentos de esta crisis. Cifras que esperábamos haber dejado ya atrás.
Con ellas se completaba el tercer trimestre de 2011 en términos de paro registrado. Existe un lógico e inevitable desfase entre unas cifras, obtenidas a partir de una compleja operación estadística de encuesta con entrevistas que afectan a unas 180.000 personas, y otras, obtenidas inmediatamente a partir de la base de datos del Servicio Público de Empleo, a una tecla de distancia como quien dice.
Debido a la distinta naturaleza y características de cada fuente y a las discrepancias en las definiciones de desempleo y sus cambios a lo largo del tiempo, las cifras nunca coinciden. (Los más curiosos pueden consultar las dos páginas explicativas que el INE adjunta a los datos, por ejemplo aquí, y aquí el concepto de paro registrado del Servicio Público de Empleo Estatal -SEPE, aparentemente SPEE no quedaba tan bien-). Esta diversidad naturalmente crea cierta confusión entre los medios de comunicación y el público en general. ¿Tenemos poco más de 4 millones de desempleados (paro registrado) o prácticamente 5 millones (EPA)?, ¿no habíamos pasado ya los 4,5 millones hace tiempo?
Sin embargo, ambas fuentes suelen mandar las mismas señales en cuanto al sentido de la evolución temporal del desempleo. Podemos verlo calculando las tasas de crecimiento intertrimestral de ambas series.
La estrecha relación (correlación para los profesionales) que en general existe entre ambas series debería permitir aventurar alguna previsión respecto al próximo dato de la EPA jugando bastante sobre seguro. Esto, lo de jugar sobre seguro, es especialmente necesario ante las sonrisas, sino algo peor, que despierta hoy cualquier intento por parte de un economista de realizar una previsión de lo que sea. De todos modos, el tema del volcán próximo a la isla canaria de Hierro ha mostrado que en otros campos las previsiones son también complicadas: erupción sí, erupción no; isla nueva sí, isla nueva no; evacuación sí, evacuación no. Sobre todo a corto plazo. A largo plazo seguro que saldremos de la crisis y seguro que un tsunami de origen canario (en La Palma) acabará por arrasar la costa (este de los Estados Unidos).
Pero dejémonos de cosas inofensivas como los volcanes y volvamos al desempleo en España. Podemos hacer una estimación back-of-the-envelope (un complicado método cuyo nombre podría traducirse como la cuenta de la vieja o la regla de tres). El paro registrado medio cayó un 1,14% de abril-junio a julio-septiembre. Si con el paro EPA pasa lo mismo eso supondría un descenso de unos 55.000 desempleados, situándose por debajo de los 4,8 millones. Hay que recordar que estamos hablando de un trimestre tradicionalmente bueno para la ocupación. Las cifras serán probablemente algo peores ya que, como el gráfico anterior mostraba, la EPA durante la crisis ha tendido más bien a un comportamiento algo peor que el paro registrado. También podemos basarnos en análisis ajenos, al fin y al cabo para eso los hacen. Por ejemplo, tomando las últimas previsiones del índice AFI-AML Agett de mercado laboral. Su avance es que la próxima EPA arrojará un incremento de 25.000 ocupados con una caída de una décima en la tasa de paro hasta el 20,78%. Todo ello equivale a unos 25.000 parados menos.
Si la EPA mostrase descensos como los comentados querría decir que las cosas están tan mal como ya se suponía; si el dato es peor, que otra vez estábamos pecando de optimistas; si el dato es mejor, que todo está mal, muy mal, pero quizás no tanto como pensábamos. Mal, muy mal, peor, no tanto… y es que el desfase temporal hace que las cifras de la EPA produzcan melancolía, pues desde que empezó la crisis van confirmando nuestros peores temores, ya presagiados por el paro registrado: esto está mal, peor que ayer y ¿mejor que mañana?
Según qué diga la EPA cabrá matizar las previsiones para el futuro más inmediato (para empezar, el próximo trimestre). De momento, el índice comentado anticipaba un pobre comportamiento para el último trimestre de 2011, algo peor que el de 2010. De todos modos la cercanía de la publicación de los datos de paro registrado del mes de octubre, que aparecerán previsiblemente el próximo 3 de noviembre, precampaña electoral mediante, le roban parte de su protagonismo a esta EPA. Y a la melancolía le añaden unas gotas de carácter efímero. Los lectores sin miedo, amantes de sensaciones más fuertes que la melancolía o lo efímero, no deberían dejar de pegarle un vistazo a estos gráficos comparativos con la crisis previa de comienzos de los 90. Pero todos deberíamos pensar en qué se hace cuando la casa en la que uno vive no gusta. O uno se muda o la reforma, aunque ni las mudanzas ni las reformas suelen ser agradables mientras se realizan.
y no puede sr que el gobierno manipule los datos de empleo para no alarmar a la poblacion y este mes para las elecciones?viendo la pelicula v de vendetta no me fio de los gobiernos que maniplan cosas y viendo aqui en valencia canal 9 manipulador a mas no poder tampoco me fio de los medios
Gracias Daniel. Supongo que estás pensando en el posible efecto de los cursillos de formación a la hora de considerar a una persona como parada o no en los datos de paro registrado. En cualquier caso, el último dato de paro registrado que ha sido el de octubre y que apareció después de la entrada ha sido desastroso, incluso en palabras del propio Gobierno.
El problema de hacer predicciones es que luego llegan los datos reales y….¡el paro ha subido!. Lo anterior no quita mérito al trabajo ni al valor de publicarlo unos días antes, pero me gustaría conocer tu opinión sobre los datos de la EPA, porque son al menos raros. Gracias y saludos cordiales
Gracias por tu comentario. Eso indica que las cosas están todavía peor de lo que se pensaba. Hoy he escrito una entrada sobre esto. De todas maneras, cuando el mercado de trabajo va especialmente mal la EPA tiende a crecer más que el paro registrado, como ya sucedió p. ej. en 2008-2009 y puede observarse en el gráfico de la entrada en el blog.