Fueron noticia de primera plana: 21,52% de paro, 144.700 parados más hasta los 4.978.300 (o 5 millones, o casi 5 millones o 4.987.300 o sin límite, todo depende del medio) y 146.800 ocupados menos durante el tercer trimestre de 2011 y 134.182 parados registrados más en el SEPE (antiguo INEM) durante octubre hasta los 4.360.926. ¿Quién da más?
Comentaba en una entrada anterior que estaba a punto de aparecer la última EPA antes del 20-N y que en seguida vendría el dato de paro registrado de octubre, asimismo último antes del 20-N. Hasta ahí un acierto total en las predicciones, acierto que no ha sido tan grande (esto se llama eufemismo) en cuanto a los datos. La EPA del tercer trimestre ha mostrado unas diferencias dramáticas respecto a lo que cabía esperar en función del paro registrado durante los meses de julio a septiembre. He aquí el gráfico actualizado:
Eso quiere decir que de los tres escenarios posibles comentados (las cosas están tan mal como ya se suponía; estábamos pecando de optimistas o todo está mal, muy mal, pero quizás no tanto como pensábamos) nos encontramos en el segundo. La situación está peor que muy mal. Y según los datos de octubre de paro registrado, con el mayor aumento en ese mes desde 1996, solo superado por el de octubre de 2008 en lo más duro de la crisis, y con un crecimiento del 6,9% respecto al registrado en julio (primer mes del trimestre anterior), parece bastante probable (otro eufemismo) que la primera EPA tras el 20-N lleve al desempleo más allá de los 5 millones. Todo ello pese a que el creciente desánimo de las personas que no encuentran trabajo hace que cada vez más dejen de buscar empleo (saliendo por tanto del paro y pasando a la categoría de población inactiva).
Podría analizar en detalle algunos aspectos de esos últimos datos auténticamente desoladores, algo que los medios ya han hecho con profusión. Sería muy deprimente cuando hoy me apetece ser optimista. ¿Hay razones para ello? Es posible que la senda emprendida por el BCE bajando los tipos de interés ayude un poco a corto plazo y como en toda tragedia griega que se precie es posible que al final aparezca un Deus ex machina de no se sabe dónde que introducido por su grúa salve a ese país del caos total, algo que también nos ayudaría a corto plazo. Es posible, pero no seguro. Depender a estas alturas de cualquier cosa que huela a grúa produce cuando menos inquietud en un país asolado por el estallido de una burbuja inmobiliaria como la nuestra. Y al fin y al cabo poco importa que los tipos del BCE bajen unas décimas si nuestra prima de riesgo sube puntos enteros. Lo mejor de todo es que no hay mal que por bien no venga. Como no hemos hecho muchas cosas (otras sí, entre ellas algunas de las que ahora se discuten acaloradamente en Italia), algunas solo a medias y otras mal, eso da al próximo gobierno un margen, estrecho eso sí, de actuación. Iniciar las reformas pospuestas, completar las hechas a medias y, sobre todo, mostrar que se cree en ellas y, en definitiva, plantear una estrategia global creíble. Por parafrasear el título de este blog, las hormigas ya han hecho todo lo que podían hacer (y les ha ido mejor por ello). Pero las cigarras podemos mejorar mucho si nos ponemos a ello con decisión. No es fácil para una cigarra, pero no hay otro remedio. Tendremos que adaptar las características de nuestros contratos, de nuestra negociación colectiva y de otros aspectos de nuestro mercado de trabajo a las que tienen las hormigas, por hablar solo de temas laborales. El otoño ha llegado así. Las cosas están peor de lo que podía pensarse y agravándose. Malos tiempos para mutar de cigarra a hormiga, pero es lo que hay.
He descubierto éste interesante blog hace poco y debo agradecer a los autores su esfuerzo y la calidad de los artículos. Soy ingeniero agroindustrial recién licenciado y la situación actual es muy difícil. Cuales son las mejores estrategias/competencias a adquirir para capear el temporal? Considero la emigración a un par de años vista.
Me alegro de que el blog te parezca interesante Prometeo. Evidentemente las cosas están mal y seguirán así a corto plazo. La opción de salir fuera es buena, especialmente con tu elevada formación. No solo porque ahora hay muchas más oportunidades de empleo en otros países sino porque luego podrías volver en mejores condiciones a España con esa experiencia en el extranjero. Tanto si optas por esa vía como si no es muy importante el dominio de idiomas. Pero lo mejor es ver qué dicen los que se dedican de verdad a la intermediación en el mercado laboral tanto respecto a esto como respecto a la utilidad de ampliar algo más la formación o a reorientarse a otros campos