Por Joaquín Maudos y Jimena Salamanca
Acabamos de actualizar el cuadro con la información de la exposición de la banca a la deuda externa de Grecia, Italia, Irlanda, Portugal y España utilizando la última información del BIS referida al segundo trimestre de 2011. En esta ocasión, hemos ampliado la información incluyendo adicionalmente la exposición indirecta (avales, garantías, derivados, etc.).
¿Cuál es el interés de esta información? En estos días en los que los mercados vuelven a atacar la deuda pública de algunos países periféricos con primas de riesgo en niveles preocupantes estos datos pueden ser de especial utilidad y relevancia.
Si centramos nuestra atención en Italia (cuya prima de riesgo se ha situado por encima de los 550 puntos básicos), la banca internacional tiene una exposición a su deuda externa de 939.029 millones de dólares, siendo la banca francesa la más expuesta con diferencia (416.373 millones de dólares). En el caso de la deuda pública, la banca internacional (excluida la italiana) tiene en sus balances 288.732 millones de dólares de deuda externa italiana, siendo nuevamente la banca francesa la más expuesta (106.764 millones de dólares). A gran distancia de Francia se sitúa Alemania, cuya banca tiene en sus balances 161.757 millones de dólares de deuda italiana, de la que 47.614 millones son deuda pública. Con todo esto, si sumamos la exposición de la banca francesa y alemana, sus balances concentran más de la mitad de la deuda pública externa italiana (en concreto el 53%). Unas cifras que explican el interés en salvar a Italia.
Carlos Albert
Santiago Carbó
Abel Fernández
Joaquín Maudos
José Manuel Pastor
Lorenzo Serrano
decigarrasyhormigas: blog de economía 
Muchos la estábamos esperando.
No se ha hablado de ella antes, yo creo, por tener una balanza por cuenta corriente equilibrada, al menos comparada con el resto del Club Med (Portugal, Grecia, España); pero no se puede exigir disciplina fiscal vía Pacto de Estabilidad (3% de déficit público, 60% de deuda pública sobre el PIB) mientras permites el acceso a la eurozona a un país que desde 1990 nunca ha tenido la deuda pública por debajo del 94% del PIB. Y mucho menos si su tamaño y renta son tan grandes como son.