Por Carlos Salvador. Universitat de València
Una de las principales funciones de las agencias de calificación es la de conseguir unos mercados financieros eficientes reduciendo la información asimétrica entre emisores e inversores. ¿Cumplen esta labor o acaso se dedican a lo contrario: a crear confusión y mercados menos eficientes?
Varios acontecimientos han demostrado ya sus errores y su dejación en las funciones de crear mercados eficientes y predecir la probabilidad de defaultde los productos que evalúan (desde productos estructurados hasta deuda soberana, pasando por las propias entidades financieras). Como primer ejemplo, durante la crisis asiática de 1997 las agencias solo reaccionaron ante los cambios que estaban ocurriendo en vez de anticiparse. Moody’s rebajó en nada menos que cuatro escalones la deuda soberana de Tailandia y Corea del Sur (desde A3 a Ba1), hasta dejar estas economías dentro del grado de especulación. ¿Cómo es posible rebajar tantos escalones la deuda soberana en tan poco tiempo? Ello es una clara muestra de los fallos en los modelos e hipótesis en que dichas agencias basan sus análisis de riesgo soberano.
Pero esta no ha sido la única evidencia de los errores de las agencias de calificación. La segunda la encontramos en 2001, con la quiebra de Enron y Parmalat, que contaban en los días previos a la quiebra con un rating dentro de la zona segura; el error finalmente se atribuyó a la inexacta información que estas empresas suministraron a los auditores y las agencias. En tercer lugar, ¿qué hay de la actual crisis subprime y de los excesivos ratings (AAA) a productos estructurados? ¿Por qué entidades como Lehman Brothers y AIG mantenían la máxima calidad crediticia en los días previos a su quiebra?
Aquí no termina todo. Otros fallos más recientes requieren especial atención, aunque las propias agencias les resten importancia. Repasemos algunos de ellos, la mayoría protagonizados por Standard and Poor’s (S&P) (ver Cinco Días):
- 12/03/2008. S&P afirma con gran optimismo respecto a la crisis: “El fin está a la vista”.
- 19/01/2009. Tras poner en perspectiva negativa la AAA de España, lleva a cabo su rebaja en tan solo una semana.
- 23/02/2011. Cuando el Banco de España se prepara para anunciar unas necesidades de capital del sector bancario de 15.000 millones, S&P se adelanta unas horas y las cifra en 35.000 millones; seguidamente, como ocurre en una estrategia líder-seguidor de manual de teoría de juegos, Moody’s las cifra en 45.000 millones.
- 29/04/2011. S&P califica el riesgo de Portugal dentro del grado de especulación, lo que empeora los problemas lusos por el encarecimiento del coste de financiación que implica la rebaja. ¿Realmente la deuda lusa debía ser calificada como bono basura?
- 05/08/2011. S&P rebaja la calificación de EE. UU., se equivoca en 2.000 millones de dólares su estimación de déficit en nada más y nada menos que 2 billones –¡billones españoles, de los de 12 ceros!- de dólares. La agencia que reconoció el error, a las 17.30 horas de ese día, no modifico su postura y procedió a la rebaja del rating a las 20.30 horas.
- 19/10/2011. Moody’s se refiere a la “república de España” en un comunicado sobre la rebaja de la calificación de la deuda de nuestro país.
- 10/11/2011. S&P rebaja durante horas la calificación de Francia de AAA y lo atribuye a un “error informático”. Ese mismo día la prima de riesgo de Francia respecto al bono alemán alcanzó los 170 puntos básicos. ¿Error o especulación? La mayor parte del accionariado de las agencias de calificación está formado por empresas de gestión de activos (siete de ellas coinciden en Standard and Poor’s y Moody’s), como se detalla en esta tabla (Expansión) o en este artículo (Cinco Días).
Por último, tras la reunión el pasado lunes entre Merkel y Sarzoky y tras el anuncio de una propuesta de reforma del reglamento que regula las agencias de calificación, efectuado por Michel Barnier (comisario de Mercado Interior de la Comisión Europea), S&P anuncia que pone en perspectiva negativa las notas de 15 países de la eurozona. Entre dichas amenazas se encuentra la de quitarle la AAA (máxima nota) a Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, Austria, Luxemburgo y Finlandia. S&P justifica su amenaza en que “el aumento de las tensiones sistémicas en la zona euro presiona a la baja la calificación de la eurozona en su conjunto” y pone como fecha límite hoy día 8 y mañana 9 de diciembre para decidir si ejecuta o no su amenaza. Con ello, pretenden crear confusión ante la próxima cumbre europea que comienza mañana y crear tensiones sobre la propuesta de reforma de la regulación de las agencias de calificación.
Carlos Salvador está ultimando su tesis doctoral en la Universitat de València, dirigido por los investigadores del Ivie Juan Fernández de Guevara y José Manuel Pastor. En ella analiza el comportamiento de las agencias de calificación.
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