En 2012 caída del 1,7% y en 2013 otro 0,3%. Esas son las previsiones para el PIB de España que el FMI anunció hace muy poco (y ayer ya dijo el INE que el PIB cayó un 0,3% en el último trimestre de 2011). Las también recientes proyecciones del Banco de España son algo más “optimistas”, con una caída del 1,5% este año y una recuperación del 0,2% en 2013. Como consecuencia, existe una honda preocupación acerca de cuánto pueda aumentar el paro en 2012. ¿Por qué? Porque lo dice la Ley. ¿Cuál? La de Okun.
Pues eso, la Ley de Okun. Así tal cual hay que reconocer que suena a película del oeste (es fácil imaginarse a un John Wayne o un Clint Eastwood haciendo de sheriff Okun) o a serie de TV (ese Okun Texas Ranger mitad karateka mitad chamán). Pero en realidad Arthur Melvin Okun tiene poco que ver con el western. Algo que, por otra parte, su nombre completo permite adivinar. Realmente cuesta imaginar a John Wayne interpretando un personaje con el nombre de Arthur Melvin. ¿Se imaginan? “¡No dispares Arthur Melvin!», «¡Me rindo!”, o “¡Pásame el Winchester Arthur Melvin!”. Inverosímil.
Mucha gente puede que no conozca el término, pero hace uso de esa ley con la misma naturalidad con que se discute un penalti o un fuera de juego. En realidad se trata de algo tan sencillo como pitar unas manos en el área: hay una relación entre los cambios en la tasa de paro y tasa de crecimiento del PIB. Seguro que les suena, en España no descenderá el número de parados, se creará empleo o bajará la tasa de paro (o una frase por el estilo) hasta que no crezca (el PIB, se entiende) un 2% o un 2,5% (o una cifra parecida). Es una ley que se puede representar gráficamente (ver por ejemplo aquí el Documento de Trabajo 2011/2 de Estrada, González-Calbet y Kessler para el extinto Ministerio de Economía y Hacienda que es el origen del gráfico que se muestra abajo). También se puede ver aquí, aquí o aquí; las diferencias responden básicamente a los periodos considerados.
En realidad, ese gráfico sin más nos llevaría a pensar en aumentos de la tasa de paro, si las previsiones de crecimiento para 2012 se cumplen, mayores que las anunciadas por el Banco de España que, según sus análisis, espera un aumento de 2 puntos respecto a la media de 2011 hasta una tasa de paro del 23,4%. Otros analistas apuntan a resultados bastante peores.
¡Qué distinto sería todo si España fuese capaz de crear empleo y reducir la tasa de paro con crecimientos del 1%! Claro, crecer un 1% siempre es más fácil que crecer un 2%. Aunque, ya puestos, si pudiese hacerlo con crecimientos del 0,5% o, digámoslo ya, si pudiese hacerlo incluso sin crecer o con una caída del 1% sería mucho mejor. Eso sí que sería una buena economía, una economía de Champions League… o quizá no. Basta imaginar que China solo pudiese crecer más del 2% anual a base de reducir su tasa de paro. Estarían apañados, por decir algo.
Sin embargo, en realidad, la “Ley” de Okun, por muy de Okun que sea, no es realmente una ley. Es simplemente una regularidad empírica que constata que suele haber una relación entre paro y crecimiento, algo por otra parte bastante lógico, de modo que cuando se crece más (aumenta la producción) en general cae el paro (trabaja más gente). Además cuantifica la magnitud media de la relación entre esas dos variables (representada en el gráfico por la pendiente más o menos inclinada de la línea) basándose en las observaciones pasadas correspondientes a la economía de que se trate.
Así que igualmente podríamos decir que la Ley simplemente constata que cuando cae el paro (trabaja más gente) en general se crece más (aumenta la producción). Es decir, que la economía puede crecer bastante con la tasa de paro constante y que todavía podría crecer más rápido dando empleo en mayor medida a los recursos humanos desempleados y disminuyendo la tasa de paro hasta que esto último deje de ser posible. Desde este otro punto de vista, cuanto más alto sea el umbral de la Ley de Okun mejor. Solo refleja que el potencial de crecimiento es mayor.
En última instancia el problema no es que España no cree empleo cuando crece poco. En realidad el empleo se comporta “mejor” que en otras economías cuando crece, pero peor cuando se contrae. Algunos estudios del FMI indican que la respuesta del empleo, más de 0,8 puntos en tasa de paro por cada punto de PIB, supera al resto de países (algo que también puede apreciarse en el gráfico). El problema es, directamente, que España no está creando empleo y no está creciendo y el nuevo año se presenta aún peor.
Podemos ampararnos en la primera forma de leer la Ley de Okun para no hacer nada. Es muy popular el argumento de que las reformas estructurales, por ejemplo la del mercado de trabajo, no servirán de nada porque mientras no haya crecimiento no caerá el paro. ¿Y no nos han dicho el FMI y el Banco de España que no creceremos ni en 2012, ni en 2013? Quizás un sheriff Arthur Melvin podría esperar a que llegase el séptimo de caballería, por ejemplo en forma de recuperación mundial que estimule la demanda de nuestros productos, de algún acuerdo milagroso (¿cuál?) en la Unión Europea, de tormenta solar que se cargue las instalaciones eléctricas de nuestros competidores o de bajada del precio del petróleo (menos probable aún que la tormenta). Okun no. Okun ensillaría su caballo, montaría y empezaría a reformar para que las previsiones no se cumpliesen. Al fin y al cabo, las reformas para mejorar el lado de la oferta son competencia nuestra y, si están bien concebidas y se aplican con decisión, tienen efectos positivos sobre la producción y el empleo. Al menos eso dicen todos los manuales de economía que conozco. Si encima llega el séptimo de caballería, pues mejor.
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