Contaba hace unos días la prensa (por ejemplo, esta) que la esperanza de vida disminuye en España. Se hacían eco así de la nota de prensa del INE referente a los últimos datos del Movimiento Natural de la Población, y en la que, entre otras cosas, se comenta que la esperanza de vida al nacer “ha disminuido muy ligeramente en el periodo que va de julio de 2010 a junio de 2011”.
En cambio, los datos del Ivie que hemos presentado este mes ofrecen otro titular: la esperanza de vida al nacer muestra un crecimiento sostenido en las últimas décadas -con un aumento de 8,3 años respecto a 1975 y de 0,4 años respecto a 2009-.
¿Existen contradicciones entre ambas fuentes de información? ¿Cae o aumenta la esperanza de vida en España?
La respuesta a la primera pregunta es: rotundamente no. La respuesta a la segunda obliga a preguntarnos respecto al periodo en el cual estamos considerando el posible aumento o disminución, pero si nos centramos en lo que sucede entre 2009 y 2010, último año para el que se disponen de datos definitivos, la respuesta es de un aumento, incluso por encima de la tendencia histórica si uno toma los datos “al pie de la letra”, lo que no suele ser buena práctica con lo que al fin y al cabo son estimaciones sujetas a un cierto grado de incertidumbre.
Vayamos por partes.
1. Aunque la metodología utilizada por el Ivie para la elaboración de sus tablas de mortalidad no es idéntica a la utilizada por el INE, ambas producen resultados prácticamente idénticos y totalmente comparables. De hecho, ambas fuentes de información ofrecen el mismo aumento en la esperanza de vida al nacer entre 2009 y 2010: 0,37 años para el conjunto de la población.
2. Un solo dato nunca implica un cambio de tendencia, y esta es bastante evidente desde la reforma de las estadísticas del Movimiento Natural de la Población en 1975. En promedio, la esperanza de vida al nacer ha crecido 1 año por cada lustro de tiempo (o algo menos) en las últimas décadas. El gráfico 1 muestra los valores observados y una tendencia lineal sobreimpuesta. Si algo indica este gráfico es que la esperanza de vida al nacer goza de buena salud y su crecimiento no parece mostrar signos de agotamiento.
3. La idea de la disminución en la esperanza de vida recogida en la prensa, tras la publicación de la nota de prensa del INE, procede de la última línea de la tabla adjunta, que muestra los datos para el periodo Julio 2010 a Junio 2011, y que comparados con los de 2010, muestran una caída de ¡8 centésimas de año!
¿Representa realmente este descenso una ruptura en la tendencia al alza de casi medio siglo? Ciertamente no.
Como veremos a continuación, ni siquiera es posible concluir de la tabla anterior que se haya producido descenso alguno.
4. Una observación atenta de la tabla anterior muestra que hay años de ligeras caídas en la esperanza de vida sin que ello haya afectado a la tendencia. No solo las insignificantes disminuciones de 2005 y 2007, sino también una disminución de 6 centésimas en 2003. Si nos remontamos a 1975, utilizando la base de datos del Ivie, observaremos otros años en los que se producen disminuciones puntuales, de igual o mayor magnitud, en la década de los 80, sin que de nuevo ello haya afectado a la tendencia mostrada en el gráfico 1. En 1983 se registra una caída de 24 centésimas para el total de la población, e incluso para los hombres se observan 3 años consecutivos de caídas en la esperanza de vida al nacer a finales de los 80, que se pueden rastrear hasta el incremento en la mortalidad en edades jóvenes debido a 3 causas: accidentes de tráfico, sida y drogadicción.
Siempre es posible rastrear el efecto de los cambios en la esperanza de vida, por pequeños que sean, a partir de métodos de descomposición edad-causa, lo que suele ser muy ilustrativo.
5. Estamos hablando de variaciones realmente pequeñas, sobre todo si las comparamos con las diferencias que existen entre sexos -en 2010 las mujeres presentan una esperanza de vida al nacer de 5,97 años más que los hombres-, o entre provincias -en el mismo año el diferencial entre la provincia con mayor (Navarra) y menor esperanza de vida (Ceuta) era de 4,98 años. ¡Y estas diferencias crecen conforme bajamos en la unidad geográfica de análisis!
6. La esperanza de vida es una estimación, y el valor que se ofrece está sujeto a un cierto grado de incertidumbre. Por una parte, la mortalidad es en sí misma un fenómeno aleatorio y, por otra, al menos parte de las estadísticas que entran en su elaboración, las poblaciones, son a su vez estimaciones. Por todo ello hay que conceder un valor relativo a variaciones tan pequeñas. Sería deseable que los datos de esperanza de vida se publicaran en forma de intervalo de confianza o con sus errores estándares asociados, lo que permitiría hacerse una idea de cuando un cambio es significativo o no lo es.
7. ¡Pero lo más importante es que de la tabla anterior no indica que se haya producido (necesariamente) ningún descenso en la esperanza de vida! La razón ya la apuntó Oscar Zurriaga en su blog. Los últimos datos publicados por INE en la tabla anterior cubren el periodo julio 2010-junio 2011, y los anteriores el año natural 2010. Estas dos cifras tienen 6 meses de solapamiento y no son comparables.
Para saber realmente qué ha pasado deberíamos calcular la esperanza de vida para 2011, comparable con la de 2010, y que no estará disponible hasta dentro de unos meses; o calcular la esperanza de vida para el periodo julio 2009-junio 2010, que sería la comparable con la de julio 2010-junio 2011. Un cálculo exacto sería laborioso, pero si suponemos que la mortalidad se distribuye uniformemente en el tiempo, en el espacio, a cada edad y sexo en 2009 y 2010, una aproximación razonable sería el promedio de ambos años, es decir, 81,765 años. Comparado este valor con la cifra que proporciona el INE para julio 2010-junio 2011 llegamos a la conclusión de que ¡la esperanza de vida sigue creciendo! No hay en la información anterior ninguna evidencia de lo contrario.
En mi opinión, y al menos de momento, la esperanza de vida goza de buena salud, así lo muestran los últimos datos comparables disponibles, tanto del INE como de la base de datos del Ivie. En el largo plazo, además, los avances durante más de un siglo han sido espectaculares -la esperanza de vida en 1900 no alcanzaba los 40 años-, como lo ha sido también la evolución reciente de ciertas causas de muerte, entre ellas los accidentes de tráfico.
Ello no quiere decir que la esperanza de vida no pueda estabilizarse o incluso caer en el futuro, ya que su evolución actual depende de múltiples factores relacionados con la asistencia sanitaria y los hábitos de vida saludables, y en consecuencia conviene estar atentos a su evolución, así como a la de otros indicadores relacionados.
Se debe tener en cuenta que en tiempos de crisis economica, la esperanza de vida cae en Rusia cuando cayo la URSS la esperanza de vida cayo 4 años y sigue estando entre las mas bajas de Europa.