Si uno quiere estar tranquilo, el domingo definitivamente no es un buen día para consultar la prensa y menos la anglosajona. Anda uno dudando entre otra madalena o un cruasán y se da de bruces con una espiral. Espiral de muerte y a la griega por más señas (ver aquí o here). Como para no atragantarse. Tampoco es que los días laborables se presenten mejor.
Pues sí, ya van escaseando los días en que los medios no pregonen el inmediato fin del mundo para nuestro país. No es que no haya motivos de angustia; de hecho sobran y resulta muy fácil ilustrar los terribles problemas que padecemos con datos, enlaces y gráficos de todo tipo. Y lo que es peor, con historias personales con nombres y apellidos. La verdad es que desde ese punto de vista, que el FMI empeore en unas décimas su previsión de crecimiento para España en 2013 apenas debería llamar la atención. Son tiempos duros y extraños para nuestra economía.
Así está el patio. Bastante más difícil resulta encontrar motivos para la esperanza y tratar de ilustrarlo. En ese sentido lo más rápido es acudir a aquellos que, por definición, han de mostrar y tratar de justificar su optimismo acerca de la economía española. Si el Gobierno no se esfuerza por detectar los aspectos positivos de nuestra economía, ¿quién lo va a hacer? El Gobierno mantiene una página web de cara al exterior con el muy apropiado nombre de The Spanish Economy. Recientemente se actualizó la presentación formato pdf de esa página de la que extraigo un par de gráficos menos lúgubres de lo habitual hoy en día.
Como todo el mundo sabe, uno de los graves problemas de nuestra economía es el del endeudamiento total (público y privado) frente al exterior, fruto de una sucesión de fuertes déficits de balanza por cuenta corriente durante esos años en los que los españoles hemos consumido e invertido mucho más de lo que éramos capaces de producir. Algo posible solo por gentileza interesada de la financiación ofrecida por el resto del mundo. Pero todo tiene un límite. Evidentemente la gentileza, incluso la interesada. Desgraciadamente también la financiación, al menos la barata.
Sin embargo, parece que en 2012 España está a punto de pasar de registrar abultados déficits exteriores a lograr superávits. O sea, de necesitar financiación extra del exterior a empezar a reducir la deuda externa. Se trata sin duda de un paso importante en la corrección de los desequilibrios de nuestra economía, requisito necesario para retornar a una senda de crecimiento sostenido.
En buena medida esa mejora de la balanza de pagos está relacionada con el efecto que la grave crisis que padecemos tiene sobre las importaciones. Compramos menos, también menos bienes importados. Sin embargo, en parte se debe también a un comportamiento de nuestras exportaciones bastante mejor que en otros países de nuestro entorno.
Esa evolución positiva de nuestras exportaciones está ligada a la moderación de nuestros costes y a las consiguientes ganancias de competitividad a partir de 2009, algo que contrasta con el comportamiento experimentado durante los años del boom previo (y desgraciadamente continuado durante la fase inicial de la crisis) y con la senda seguida por los otros grandes países de la Unión Europea.
Los medios anuncian que si se cumplen las previsiones del FMI, en 2013 el PIB de España sería similar al de 2006. Eso es terrible. Según la EPA la población ocupada media en 2006 fue de 19,7 millones y ahora andamos por los 17,4 millones. En 2013 y con esas previsiones la cifra sería todavía más baja. Eso es aún peor. Por otra parte, a nadie se le escapará que la consecuencia de todo ello es que la productividad del trabajo habría crecido más de un 13% durante el periodo. Ya producimos mejor, pero producimos demasiado poco. Es necesario encontrar mercados. ¿La demanda interna? De momento ni está ni se la espera. El sector público debe reducir su déficit y el sector privado su endeudamiento, reflejo del consumo anticipado a crédito durante el boom. Pero ahí están los mercados exteriores. Son grandes y accesibles. Siempre que seamos suficientemente competitivos, claro. En esas estamos. Son días malos y no hay mucho donde elegir.
Amigos y amigas,
Acabo de crear la petición: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte: Mantenimiento de Economía obligatoria en el Bachillerato de Sociales porque me preocupa mucho esta causa.
Estoy tratando de conseguir 100 firmas, y necesito que me eches una mano.
Si quieres saber más sobre lo que estoy intentado conseguir y firmar mi petición, haz clic aquí:
http://www.change.org/es/peticiones/ministerio-de-educación-cultura-y-deporte-mantenimiento-de-economía-obligatoria-en-el-bachillerato-de-sociales?share_id=wggYxhtOSB&utm_campaign=petition_creator_email&utm_medium=email&utm_source=share_petition
¡Sólo será un minuto!
Una vez hayas terminado, por favor pide a tus amigos y amigos que firmen también la petición. ¡Los movimientos ciudadanos triunfan porque personas como tú deciden hacer correr la voz!
Yolanda
me encanta el video de elegir.