…Y luego pasa lo que pasa. Por lo que parece, nada bueno. Recientemente se han dado a conocer los resultados de varias pruebas sobre educación: PIRLS (Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora) y TIMSS (Estudio Internacional de Tendencias en Matemáticas y Ciencias). El resultado obtenido por los estudiantes españoles (en este caso de 4º de primaria) vuelve a compararse desfavorablemente con el obtenido por los de otros países de nuestro entorno (incluso algo más desfavorablemente que con los resultados de PISA 2009 en la mano).
Esa consistencia de resultados no resulta sorprendente y confirma lo mostrado por la evidencia estrictamente nacional. Se obtiene un grado similar de consistencia al comparar los resultados obtenidos por las diferentes autonomías en una serie de pruebas nacionales de diagnóstico de la educación. Algunos de los análisis del informe Educación y desarrollo. PISA 2009 y el sistema educativo español (recién publicado y coordinado por el profesor del Ivie Antonio Villar para la Fundación BBVA) muestran la muy elevada correlación existente entre los resultados de PISA 2009 de los alumnos de 4º de ESO y los de los alumnos de 4º de primaria en 2009 y los de 2º de ESO en 2010 en las correspondientes evaluaciones del Ministerio de Educación (con coeficientes de correlación regional entre pruebas que oscilan entre 0,75 y 0,96 según el campo de conocimiento de que se trate).
La reiteración de resultados discretos a lo largo del tiempo y referidos a diferentes cursos de la enseñanza obligatoria da consistencia al diagnóstico que señala la existencia de problemas importantes en el funcionamiento de nuestro sistema educativo. Igual que en el caso de la mítica torre de Pisa, también nuestro sistema educativo parece desviarse progresivamente de sus objetivos conforme el alumno lo recorre, fruto de problemas de base que lastran la evolución posterior (ver aquí una buena discusión de esa circunstancia). Las elevadas tasas de abandono prematuro y la escasez de población con estudios de secundaria postobligatoria, dos rasgos muy acusados del caso español, son otros tantos indicadores de esas carencias.
Las consecuencias de no corregir estos problemas son múltiples, pero incluso considerando solo los efectos más relacionados con el mercado de trabajo su magnitud es sustancial, como indican algunos de las estimaciones ofrecidas en el estudio de la Fundación BBVA mencionado. Hay que tener en cuenta que, todo lo demás constante, a mayor nivel educativo del individuo mayor es la probabilidad de participar activamente en el mercado de trabajo, mayor es la empleabilidad de quien participa y más estable y productivo es el empleo.
Una de las simulaciones planteadas en el estudio es un escenario hipotético en el que todas las regiones reducen sus tasas de fracaso en la ESO y de abandono de los estudios hasta el nivel de la mejor comunidad en cada uno de esos ámbitos. El informe ofrece (cuadro 1) rangos para los cambios previstos en función de que la continuación de los estudios se limite a los secundarios post-obligatorios (banda inferior) o llegue hasta los de tipo universitario (banda superior).
La doble mejora mencionada supondría un incremento de entre 0,3 y 2 puntos porcentuales de la tasa de actividad; una reducción de entre 2,3 y 3,8 puntos de la tasa de paro; una caída de entre 1,7 y 2 puntos de la tasa de temporalidad; finalmente, un aumento de la productividad del trabajo de entre un 4,5% y un 12%. Los efectos que muestra el informe para cambios que situasen a España al nivel de los países líderes en cuanto a rendimiento de la educación obligatoria son, lógicamente, aún más grandes.
En cualquiera de los supuestos, se trata de efectos considerables que alertan de la conveniencia de tomar medidas para mejorar el rendimiento de nuestro sistema educativo. No hacerlo significa resignarse a un menor nivel de vida, con resultados más pobres en el mercado de trabajo, así como mayores y crecientes dificultades para competir en una economía cada vez más global. El coste para nuestro país en términos de menor crecimiento económico es muy sustancial, como indican otros resultados del estudio indicado cuyo comentario queda para entradas futuras. Y es que en el ámbito educativo conviene ir paso a paso, consolidando conocimientos antes de proseguir, porque cuando falla la base luego pasa lo que pasa.
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