Desde que comenzó la crisis en 2007 la rentabilidad de las empresas españolas se ha desplomado. La rentabilidad (sobre activos) en los tres primeros trimestres de 2012 ha sido del 4,3%, solo 0,8 puntos porcentuales superiores a los intereses pagados por la financiación recibida según la Central de Balances del Banco de España. En el mismo periodo, la tasa de retorno que las empresas ofrecen a sus accionistas (rentabilidad de los recursos propios) era del 5,1%, inferior a la del bono de renta fija a 10 años.
La rentabilidad empresarial es una cuestión capital para la estabilidad macroeconómica, pues de ella depende el sostenimiento de buena parte del empleo existente o el aumento de la inversión. Asimismo, la estabilidad del sistema bancario también está influida por la rentabilidad, pues la contracción de los beneficios en las empresas dificulta cumplir con las obligaciones financieras contraídas. A la luz de esas rentabilidades, ¿es razonable pedir a las entidades bancarias que den más crédito? (más…)